Déficit Del Orden Del 60%, Del Caudal En El Río Ñuble

La alarmante disminución del caudal en el río Ñuble, mantiene en alerta a los usuarios de derechos de aprovechamiento sobre el río Ñuble, y además,  considerando el déficit actual de 35% en la pluviometría acumulada anual, son antecedentes claro que la temporada de riego que se aproxima, traerá consigo  problemas graves para la actividad agrícola de la zona. Todo lo anterior traduciéndose en un incremento importante de la cesantía, ya  que la mayor oferta laboral en los meses de verano, están supeditados a esta importante actividad, como también se verán afectadas las miles de familias que viven y subsisten entorno al rubro.

Si comparamos hoy los caudales con los promedios históricos medidos en el río Ñuble, se puede evidenciar que existe un déficit del orden del 60%, eso indica claramente que en época de riego el agua disponible utilizada por los agricultores de la zona desde tiempos inmemoriales, está por debajo de la que se ha distribuido en otros períodos. Además que a la fecha existe un déficit de nieve acumulada del 57% de un año normal. En base a todas estas variables se puede señalar que se está frente a una inminente sequía, que en corto plazo puede acarrear serios daños a la agricultura de la zona y en especial a todos los beneficiarios de ésta que son cercanos a los 5.000.
Según datos manejados en la Juntade Vigilancia del Río Ñuble, en un año normal en el río escurren 3.400 millones de metros cúbicos, de los cuales en la temporada de riego (Septiembre-Marzo) sólo se aprovecha alrededor del 42% del volumen de agua disponible anual, ya que la diferencia se produce fuera del período de riego, entre otoño e invierno, razón que hace cada vez más imperioso contar con una obra reguladora que permita almacenar los excedentes producidos, para ser  posteriormente distribuidos en los meses que se requiera. De llevarse esto acabo permitiría a la agricultura tener una mayor seguridad de riego, aumentar su superficie cultivable y un sinnúmero de posibilidades a los usuarios de este preciado insumo.

Considerando la cantidad de beneficios que significaría una obra reguladora, aparece cada vez más claro el nombre del “Embalse Punilla”, puesto que de contar con esta obra no existirían futuros periodos críticos que afecten una las actividades más importantes desarrolladas en esta zona como es la agricultura, adicionalmente como beneficio complementario poder generar energía limpia. Es por esta razón que los integrantes de la junta de Vigilancia del Río Ñuble siembran sus esperanzas en los trabajos que hoy por hoy se desarrollan con la Dirección de Obras Hidráulicas, quien ha dado prioridad y dinamismo a la pronta ejecución de la obra. Es importante señalar que considerando el escenario actual con déficit pluviométrico y alzas sostenidas en las temperaturas, se vislumbra como la única solución a todos los problemas.
Junta De Vigilancia Del Rio Ñuble