Cambio en hábitos cívicos fue más notorio en comunas

El comentario se repetía ayer en la mañana en cada mesa, en varias comunas de Ñuble, y era apreciable a simple vista: “la cosa está lenta”. El sistema de voto voluntario y los nuevos horarios del proceso eleccionario tuvieron una consecuencia clara en los hábitos cívicos que caracterizaban a la zona. Los ñublensinos, hasta la elección pasada, se presentaban masivamente a primera hora en sus locales de votación, lo que en esta ocasión no ocurrió, provocando el desconcierto de los vocales de mesa.

Incluso la Constitución de las mesas se vio retardada y en varios locales de Quillón, Bulnes, San Ignacio, Pinto y Coihueco, hubo mesas que a las 8.30 horas aún no recibían a los electores. En Cerro Negro, en Quillón, Víctor Fuentealba, voluntario de Bomberos que atendía el estacionamiento del local de votación, otros años repleto desde tempranas horas, señaló: “ya está claro que habrá que volver al voto obligatorio”, comentando una notable baja de asistencia en la mañana. La delegada del local de votación de la Escuela Casino, Pamela Merino, señaló que la última mesa se estaba constituyendo a las 9.05 horas.

En Quillón urbano el panorama era similar y allí el apoderado general de la DC, Julio Oretti, estimaba que pese a que el total de votantes había aumentado en forma notable, habría una gran “abstención” de asistir a votar, debido a que muchos habitantes trabajan en el norte y si el voto es voluntario, simplemente no vienen.

En Bulnes el panorama era similar, la gente votaba sin aglomeraciones en la mañana en los dos locales urbanos que tradicionalmente fueron de mujeres y varones y ahora mixtos. Marlene Saldaña, presidenta de la mesa 30, cuyas vocales tenían un promedio de 22 años y que era la segunda votación que atendía, señaló que “se notó un cambio significativo respecto a la elección anterior”.

En San Ignacio, hubo un momento en la apertura del local en que parecía que el comportamiento de los electores sería el habitual, aunque sólo fue la primera andanada de votantes que llegaron a primeras horas, ya que después el flujo bajó, como fue lo habitual en las comunas.

La comuna de Pinto no fue la excepción en el tema de poca asistencia a los locales de votación y el comentario en la plaza era que la elección era “carrera corrida”, para el actual alcalde Fernando Chávez, por lo cual votar o no era “intrascendente”.

En Coihueco, la elección se vivió en forma distinta y la comunidad se concentró en la plaza, costumbre que se mantiene. Sin embargo, se evidenció la misma tendencia de una deserción de los votantes, que pone en duda lo acertado que resultó establecer la votación voluntaria.

LADISCUSION.CL