El estudio que hace 10 años dejó a Ñuble al borde de convertirse en una región

Si bien no logró situarse por sobre la media nacional, por décimas, superó a provincias que hoy son región, como Arica.

¿Cuánto habrá avanzado Ñuble en 10 años?, debiera ser la pregunta que ronde las cabezas de los políticos y ciudadanos de la provincia que apoyan el proyecto de una Región de Ñuble.
Dato clave que deberá revelar el estudio comprometido por el ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien el pasado martes garantizó un urgente traspaso de recursos al municipio de Chillán, para que éste licite a una universidad de prestigio la elaboración de un estudio que justifique la creación de una nueva región en el país.
El cómo Ñuble logró avanzar en una década es esencial, ya que en 2003, por encargo de la Subdere, el Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile realizó el estudio “Diagnóstico y propuesta metodológica para modificar la División Político Administrativa del país”.
El objetivo de dicha investigación era orientar el Ejecutivo en torno a si era pertinente crear nuevas regiones, y la respuesta fue negativa: “no existe evidencia empírica que demuestre que la creación de una nueva unidad político administrativa de nivel regional, resuelva por sí sola los problemas de desarrollo, lo que generalmente es utilizado como fundamento en las solicitudes de creación de nuevas unidades”.
Conclusión que cayó como balde de agua fría sobre las provincias independentistas: Arica, Ñuble y Valdivia, no obstante, el muñequeo político, ese donde Ñuble no destacaba hace 10 años, pero que hoy ve resurgir de la mano de diputados y senadores alineados, permitieron en ese entonces conseguir dos nuevas regiones para el país, Valdivia y Arica.
¿Cuánto habrá avanzado Ñuble en 10 años? es la pregunta a resolver, y a juzgar por las conclusiones que el estudio de la PUC obtuvo en ese entonces, la investigación actual debiese confirmar que la provincia merece ser región.
¿La razón? Ñuble, el año 2003, tras ser analizado a fondo, alcanzó un indicador IECR (Índice de Evaluación de Creación de una Región) de 8,982. En dicha investigación, la recomendación de los investigadores era aprobar una región siempre que alcanzara un índice superior al promedio nacional, y en el caso de nuestra zona, ese número alcanzó a 9,040.
Es decir, la Provincia de Ñuble rozó el número necesario, sin lograrlo, pero abriendo la posibilidad de crearlas “con nuevos antecedentes”.
¿Será este nuevo estudio dicho factor que espera el Ejecutivo para decidirse?

El factor lobby
Pese a que en el estudio del 2003 de la PUC Ñuble no conseguía, por pocas décimas, la venia para convertirse en región, sí superaba en el IECR a varias regiones ya constituidas del país, como Tarapacá, Antofagasta, Atacama, O’Higgins, Coquimbo y Maule.
No obstante el factor que más indignó a los ñublensinos fue que Arica, provincia que en el estudio de la Católica consiguió un IECR más bajo que Ñuble (8.000), a la postre consiguió convertirse en región. De hecho de las tres provincias analizadas en el informe, la única que no logró su objetivo fue Ñuble, ya que Valdivia se ganó el ascenso por derecho propio (logró un IECR de 9,231 y la PUC aprobó su creación).
En el caso de Arica, factores como que fuera una comuna extrema y limítrofe pesaron a la hora de que se tomara la decisión de convertirla en región.

¿Llegó el turno de Ñuble?
Rosauro Martínez, el autor de proyecto presentado a la Cámara y el primer parlamentario en solicitar al ejecutivo un estudio de factibilidad en 1996, cree que sí. “Poseemos una base poblacional suficiente como fuerza de trabajo y mercado de consumo y un tamaño territorial que facilita la eficiencia en el manejo administrativo y de los recursos. Sus 21 comunas deben contar con la disponibilidad de una estructura urbano-rural y de un lugar que sirva de núcleo, en este caso Chillán, dado su estratégica ubicación geográfica”, es su optimista visión.

LA DISCUSION