Preocupación entre agricultores por proyecto termoeléctrico en Bulnes

Manuel Larraín, productor de Bulnes, advirtió que la central ocupará agua de napas, lo que podría afectar recurso para el consumo humano.

Preocupación existe entre los agricultores de Bulnes, quienes ven con recelo la instalación en dicha comuna de la planta termoeléctrica a gas natural Octopus, proyecto consistente en dos generadores que permitirán inyectar 1.140 MW al Sistema Interconectado Central (SIC) y que contará con un terminal de regasificación en la bahía de Concepción.

Si bien el año pasado, cuando se dio a conocer la noticia del proyecto, generó buena acogida entre las autoridades locales, por sus características positivas, como el tipo de combustible mucho más limpio que otros, o la posibilidad de atraer inversión a la Región del Bío Bío, ya que permitirá vender gas natural a clientes industriales y residenciales de la Provincia de Ñuble; ya comenzaron a surgir las primeras suspicacias en torno a la iniciativa de más de 1.300 millones de dólares.

En esta línea, un grupo de agricultores cercanos al lugar donde se instalaría la planta (sector Los Tilos), se reunieron con el diputado por Ñuble y miembro de la Comisión de Agricultura, Frank Sauerbaum, para exponerle su inquietud por el uso de aguas por parte de la central, situación que los afectaría gravemente. 

Según los agricultores, se consumirían cerca de 500 litros de agua por segundo, de los cuales sólo el 40% sería devuelta a los canales de regadío.

Manuel Larraín, agricultor de dicha zona, expresó que “no le encuentro sentido a instalar una central termoeléctrica en una zona con aptitud agrícola, donde existen excelentes suelos, en circunstancias que la Región del Bío Bío es excedentaria en la producción de energía. Lo podría entender si se tratara de una central hidroeléctrica, porque se debe instalar donde está el recurso, pero éste no es el caso. Quizás pensaron que en Bulnes no encontrarían oposición, pero la central es contaminante y genera un impacto no sólo por el consumo de agua, sino que también emisiones a la atmósfera que pueden afectar los cultivos”.

Larraín precisó que el proyecto utilizará aguas de napas subterráneas, sin embargo, advirtió que tal como ocurrió con otras centrales similares en la Región de Valparaíso, ello puede afectar la disponibilidad de agua para consumo humano e incluso, en escenarios de escasez hídrica, para el riego.

“Me parece absurdo que se haga una inversión en riego tan grande por parte del Estado, con obras como el canal Laja-Diguillín, y que después esos terrenos se ocupen para una central termoeléctrica. Y esto es sólo el comienzo, porque después de ésta seguro vendrán más centrales, y al final esta dejará de ser una zona agrícola y pasará a ser una zona industrial”, añadió el agricultor.

Larraín encabeza a un grupo de 40 agricultores del sector que están muy preocupados, razón por la cual se han reunido con la Asociación de Agricultores de Ñuble para buscar respaldo, así como también contratarán a expertos para realizar estudios técnicos que permitan contrastar la información y los estudios encargados por la empresa.

Reunión con subsecretario

Frente a esto, Sauerbaum se reunió ayer con el subsecretario de Energía, Sergio del Campo, quien se comprometió a solicitar más antecedentes del proyecto a la empresa, cita en la que también participó Larraín.

“Queremos despejar todas las dudas que hayan sobre esta iniciativa, ya que sabemos de sus cualidades positivas, pero desconocemos si perjudicará a nuestros productores; por lo mismo, gestionamos este encuentro, con el único objetivo de interiorizarnos más sobre el proyecto”, planteó el diputado.

Del mismo modo, recalcó: “el cuidado del agua tiene que ser una prioridad para nuestra provincia, sobre todo, en un escenario de escasez hídrica como el que estamos viviendo. Si bien no desconocemos que necesitamos diversificar nuestra matriz energética con energías más limpias como ésta, hay que analizar si efectivamente las externalidades negativas son menores y si incluyen algún tipo de mitigaciones”.

Por otra parte, el legislador señaló que le solicitó expresamente a la empresa Australis Power, uno de los dueños del proyecto, la realización de una exposición en la comuna. “Creo que aquí hay que hacer las cosas bien, y por eso es necesario que todos los vecinos que estén interesados tengan la oportunidad de participar en una cita de esta índole, donde podrán conocer más en profundidad cómo funcionaría la central. Afortunadamente, esta petición fue muy bien acogida, por lo que durante la primera semana de mayo se llevaría a cabo la muestra”.

De hecho, Australis Power aún no ingresa a tramitación ambiental el respectivo Estudio de Impacto ambiental (EIA), pese a que había anunciado que lo haría en marzo, razón por la cual no existe información oficial sobre las características de la central.

Al salir de la reunión, Sauerbaum señaló que el subsecretario se comprometió a solicitar más información del proyecto a la empresa, tanto respecto de su ubicación como su consumo de agua, subrayando que la fuerte inversión en riego hecha por el Gobierno debe ser protegida.

Asimismo, adelantó que este viernes se reunirán con el intendente Víctor Lobos y con el seremi de Agricultura, José Manuel Rebolledo, para comenzar a analizar el proyecto y sus impactos.

La empresa

Consultada la empresa sobre la preocupación de los agricultores, Australis Power señaló que “la central a gas que se instalará en la comuna de Bulnes contará con la tecnología más avanzada disponible hoy a nivel mundial, la cual permite que este tipo de instalaciones funcionen tanto en ciudades como en entornos rurales, a diferencia de otras centrales que utilizan otros combustibles, como diésel o carbón. Ejemplo de ello es que este tipo de centrales a gas de última generación ya funcionan en Portugal, Alemania y Austria, entre otros países”.

Respecto de la presentación del EIA, manifestaron que “hoy nos encontramos en pleno trabajo para elaborar el EIA de esta central. Sólo una vez realizados estos estudios se podrán conocer eventuales impactos de la misma. Este estudio además, permitirá que la autoridad verifique los datos aportados y confirme o no los resultados, eventualmente exigiendo medidas que estime necesarias para asegurar que el funcionamiento de la central a gas cumpla con la normativa vigente y, de existir impacto, que éste sea el menor posible, particularmente sobre el recurso agua”.

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