PROVINCIAL: Cárcel modelo de Ñuble imitará a las de EE.UU. y uniformará a los reos

La región tendrá uno de los tres proyectos nacionales con que en Chile buscan la reinserción social y laboral de los presos de baja peligrosidad.


Como las cárceles de las series de televisión norteamericanas es el modelo que el Ministerio de Justicia pretende instalar en un futuro próximo en el país, donde 6.330 reos de bajo compromiso delictual estarán  internados en los tres recintos penitenciarios modelos que se instalarán en las regiones de  Atacama, Maule y Bío Bío.
Esa fue la promesa que dejó la presentación del jefe de la Unidad de Modernización de la cartera de Justicia, Patricio Bellolio, realizada ayer en dependencias de la Gobernación de Ñuble, ante los diversos representantes de los sectores administrativos, policiales de Chillán, Chillán Viejo y de otras comunas que han sonado como candidatas a convertirse en los nuevos anfitriones del penal, como Bulnes y Pemuco.
El fundamento que sostiene lo que sería una inversión multimillonaria, es que pese a que en la última década se ha invertido generosamente en mejorar el sistema procesal penal, en transformar y transparentar el accionar de los diversos actores del Poder Judicial, en potenciar y aumentar la dotación de ambas policías, “no se ha conseguido bajar el índice de delincuencia que presenta Chile, que es el tercer país de Latinoamérica con más personas privadas de libertad”, expuso a modo de introducción el seremi de Justicia Roberto Coloma.
Según el secretario ministerial, la conclusión a la que se llega de lo anterior es que bajo el sistema carcelario actual, las posibilidades de que un penitente logre reinsertarse socialmente tras cumplir sus condenas son muy bajas. De hecho, en los 88 penales del país, el 50 por ciento de los reos que recuperan su libertad vuelven a ser procesados por cometer delitos aún más graves.
Para ilustrar esa realidad, el expositor recordó que estando en una cárcel se entrevistó con un reo que estaba a 27 días de salir a la calle, tras 10 años de condena por robo con violencia. “Entonces le pregunté que cuáles eran los planes que tenía a futuro, y él me respondió, no sé, tendré que hacer cosas hasta que me pillen”.
Quienes cumplen condenas en subsistemas abiertos, en cambio, tienen sólo un 27% de probabilidades de reincidir.
Por esta razón se decidieron por imitar el sistema carcelario norteamericano, que prefieren construcciones de un piso, sin cierre perimetral y provisto de múltiples sistemas de monitoreo por circuitos de televisión.
“Para evitar algunos de los conflictos que se generan al interior de las cárceles, debido a los códigos que ellos (los presos) mantienen, es que se les va a uniformar, es decir, se acabó eso de que unos tienen mejor ropa, o mejores zapatillas que otros”, explicó Bellolio.
En cuanto al enfoque de reinserción, cada recinto dispondrá de 10.500 metros cuadrados destinados al desarrollo de actividades laborales y de estudio. “En promedio, el interno de las cárceles del país cuentan con un nivel de escolaridad que alcanza sólo al 3º básico, por eso es que acá se buscará capacitarlo y además certificar que esta persona, una vez que recupera su libertad, está en plenas condiciones de ejercer un trabajo como cualquier ciudadano normal. Para eso estamos buscando líneas de fomento e incentivos públicos como Sence, Corfo, Sercotec, Sernatur, Capital Semilla, entre otros”.
Cada taller de capacitación o de mano de obra estará siendo ocupado  por el 85 por ciento de la población penal. El 15 restante deberá cumplir con los turnos de mantención del recinto.


Seguridad para el entorno
En lo que a Ñuble respecta, la cárcel modelo que se pretende erigir tendrá capacidad para 2.400 internos, superando a las del Maule (2.000) y Atacama (1.680). No se tiene claro el costo del recinto, aunque el último proyecto del Gobierno anterior se cifró en 33 mil millones de pesos.
Uno de los argumentos más utilizados por quienes se oponen a la construcción de un recinto penitenciario en las cercanías de sus vecindarios, apunta al temor de que quienes vayan a visitar a sus familiares puedan cometer actos delictuales o sencillamente a alterar la paz en los alrededores. Como respuesta a esa observación es que se dispondrá de una sala de recepción circunscrita en los anillos de seguridad del recinto, lo suficientemente grande y equipada para que todos permanezcan dentro, dejando atrás la costumbre de hacer filas en el exterior.
Otra de las modificaciones al régimen de visitas es que éstas se realizarán sólo los fines de semana, las dos primeras mitades serán atendidas una en la mañana y otra en la tarde del sábado; y las otras dos faltantes deberán cumplir el mismo procedimiento el día domingo.
¿Cuándo se pondrá la primera piedra? Esa respuesta aún es ignorada por el ministerio.