CONOZCA TODO SOBRE LA MENINGITIS " MAS VALE PREVENIR!!

Lo que conviene saber para proteger a los chicos


Con nueve casos fatales de meningitis en nuestro país en lo que va del año, y mientras las autoridades sanitarias insisten en que no se trata de una epidemia sino de un brote estacional, la preocupación de muchos padres crece a la par de sus dudas.

Cómo se contrae, qué se puede hacer para reducir el riesgo de contagio, qué protección ofrecen en verdad las vacunas y cuáles son los síntomas a los que conviene prestar especial atención constituyen algunas de las preguntas que se formulan por estos días gran cantidad de familias con chicos pequeños.

Frente a esa preocupación, EL DIA consultó a infectólogos del Hospital de Niños de La Plata para esclarecer algunas de las dudas más frecuentes alrededor de una enfermedad potencialmente mortal que afecta sobre todo a los más chicos. Lo que sigue son sus respuestas.

¿Qué es la meningitis?

La meningitis "es una infección de una membrana que recubre el cerebro y la médula espinal. Esta membrana le entrega protección al todo el sistema nervioso central. Ocasionalmente llegan bacterias o virus a este lugar y producen una inflamación en un sitio muy noble como es el cerebro", explica la doctora Abarca.

La experta añade que existen dos variedades de esta enfermedad: la bacteriana y la viral. Estas últimas tienen muy buen pronóstico y generalmente responden a un virus que dura unos pocos días. No obstante, la meningitis bacteriana es diferente y puede provocar la muerte.

Dentro de la meningitis bacterianas, se encuentra la meningocócica. Esta variedad se divide en cinco clases: la "A", "B" (la única sin vacuna), "C", "Y" y la cepa "W-135".

Si bien la meningitis meningocócica B no tiene vacuna, es la W-135 la que ha generado preocupación entre las autoridades chilenas.

¿Cuáles son sus causas?

Sus causas más frecuentes son las infecciones virales y bacterianas. Si bien suele decirse que la meningitis viral es menos riesgosa que la bacteriana, ambas constituyen una enfermedad grave.


¿POR QUÉ TANTOS CASOS?

Según cifras entregadas por el Ministerio de Salud, entre 2007 y 2011 el promedio de casos registrados en Chile fueron 90, lo que se ha superado este año.

La doctora Abarca asegura que en el último tiempo, "en el mundo se venía observando que estaban apareciendo otras letras de meningococo y era esperable que nos llegara. Las bacterias se van moviendo por países".

Ahora, el explosivo aumento de los casos en la Región Metropolitana se debe a que en esta zona del país "la gente viaja más y llegan más extranjeros". Sin embargo, el resto del país también está expuesto.

"A llegado acá (a Santiago) principalmente, pero uno puede esperar que se disemine por el país. (...) Cuando llegan a un país que no ha habido esta cepa y no hay inmunidad, esta enfermedad encuentra una población donde se puede replicar", señala la experta.

¿CÓMO SE PUEDE PREVENIR?

La doctora asegura que "nadie puede estar libre de riesgos" y adelanta que "las vacunas no son la panacea".

De todas formas, la facultativa agrega que evitar espacios cerrados con mucha gente y aprovechar los lugares abiertos y ventilados sirven para resguardarse de esta enfermedad, que se transmite con el contacto directo con personas infectadas.

Además, siempre es bueno vacunarse. Actualmente todos los tipos de meningitis -salvo la del tipo "B"- tienen vacunas en Chile. En el caso de la W-135, está presente desde fines del año pasado, aunque sólo se puede adquirir en forma particular.

En todo caso, Abarca sostiene que las vacunas para la meningitis "son nuevas", por lo que "después de cinco años, puede que requieran refuerzos, aunque ello todavía está en estudio".

Finalmente, la doctora llama a tener especial cuidado con los niños menores a cuatro años, quienes justamente han sido el foco de la campaña anunciada por el Gobierno. Es que son los menores quienes corren más riesgo con este enfermedad.

SÍNTOMAS Y SECUELAS

Pero cualquier prevención también pasa por estar atento a los síntomas. En el caso de la meningitis son los siguientes:

- Fiebre alta (sobre 38°C)

- Decaimiento general

- Dolor de cabeza intenso

- Náuseas

- Vómitos

- Rigidez del cuello

- Manchas de color vinoso en la piel

- Llanto persistente en niños

Todo esto puede hacer que las familias actúen de mejor forma ante un caso de meningitis, una enfermedad complicada que puede provocar la muerte o dejar secuelas como sordera, retraso mental, epilepsia y retrasos motores.

¿Cómo se origina?

Puede originarse en la colonización de bacterias que muchos de nosotros tenemos en la nariz y la garganta. Pero también en alguna infección procedente de otra parte del cuerpo. En cualquier caso, una vez que los agentes causales llegan, a través de la circulación sanguínea, al líquido cefalorraquídeo, el cuerpo ya no tiene defensas para evitar que la enfermedad se extienda por el sistema nervioso central.

¿A quiénes afecta mayormente?

En un 70 % de los casos aparece durante los primeros cinco años de vida, y los menores de un año son los más vulnerables. Pero también se observa a menudo en jóvenes de entre 17 y 25 años que viven en ambientes cerrados, en adultos mayores de 60 años y en personas inmunodeprimidas a causa de otras enfermedades, entre ellas el VIH.

¿De qué maneras se contrae?

Las formas en que se contrae varían según sus agentes causales. Cuando se trata de bacterias, éstas ingresan al organismo por vía respiratoria a través de las gotas de saliva propagadas por estornudos, tos, risas y hasta al hablar. La persona que las trasmite puede no estar necesariamente enferma de meningitis.Cuando se trata de virus, el contagio se da por contacto con material fecal, ya sea a través de agua y alimentos contaminados, o bien al llevarse las manos sucias a la boca.

¿Cuáles pueden ser sus complicaciones?

La meningitis (en especial su forma bacteriana) puede dar lugar a una variedad de complicaciones. Algunos de esos efectos son permanentes e invalidantes; otros resultan menos obvios.

Los niños pequeños suelen tener complicaciones de menor importancia: rabietas, pérdida de habilidades recientemente adquiridas e insomnio.
Los niños mayores y los adultos pueden sufrir letargo, dolores de cabeza recurrentes, dificultades para concentrarse, pérdida de memoria a corto plazo, aturdimiento, problemas de equilibrio, depresión, estallidos de agresividad, problemas de aprendizaje e hipoacusia temporal o permanente.
Entre las complicaciones más severas se encuentran el daño cerebral, la epilepsia y los problemas de visión.


¿Qué puede hacerse pare reducir el riesgo de contagio?

Además de la vacunación correspondiente, las autoridades sanitarias sugieren extremar en esta época del año las medidas de higiene, evitar el hacinamiento y fomentar la ventilación de ambientes con gran concentración de personas.

Es fundamental controlar que los chicos no compartan vasos, bombillas, chupetines, galletitas, comida e incluso juguetes y otros elementos que al llevárselos a la boca aumentan las posibilidades de contagio.